Miguel P. León Padilla

Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.
Viernes, 14. Marzo 2025 - 19:52 Hora
I Domingo de cuaresma (ciclo C)
1L.- El texto describe el rito de la ofrenda de las primicias.La fórmula que acompaña al rito de las ofrendas es una fórmula de fe. Dios elige a los patriarcas, saca de la esclavitud de Egipto a los israelitas y les da una tierra..., de ella proceden ahora los frutos que llegan al altar.
2L -Aceptar que Jesús es el único Salvador, el único Señor. Que nuestro corazón no tenga más dueño que Jesús ni se someta a otra tiranía que la del amor. Este Credo «Está cerca de ti: lo tienes en los labios y en el corazón».
Evangelio.- El relato del combate contra las tentaciones.Sólo comprenderá el valor de las tentaciones de Jesús aquél que se detenga a meditar en las razones que ofrece el diablo.
PARA LLEVAR A LA VIDA
El mismo Espíritu que descendió sobre Jesús en el Jordán es el que conduce a Jesús al desierto para ser tentado. Por tanto, las tentaciones son queridas expresamente por Dios.
Las tres tentaciones son proponer a Jesús que actúe (y busque eficacia evangelizadora) por otros caminos diferentes (contrarios) al plan de Dios Frente a eso, el diablo propone:
1) Escapar de las dificultades de este amor entregado, y buscar tranquilidad y bienestar utilizando el nombre de Dios.
2) Dominarlo todo, y poder imponer lo que Jesús quiera imponer (es la tentación más "diabólica": en las otras dos, el diablo dice a Jesús que haga intervenir a Dios; en ésta no le es necesario).
3) Conseguir la adhesión de la gente engatusándolos con actuaciones espectaculares en lugar de buscar convertir los corazones a Dios.
En la primera tentación, el diablo pretende que Jesús resuelva sus propios problemas, el hambre, utilizando para sí el poder que ha recibido del Padre. Jesús vence con la palabra de Dios, que es poderosa para mantener al hombre en la verdadera vida. Y ésa es el auténtico alimento.
En la segunda tentación, el diablo muestra a Jesús fantásticamente, "en un instante", todos los reinos del mundo. Se vanagloria de que le pertenecen y se los ofrece con tal de que le reverencie. Pero Jesús prefirió luchar contra esa tentación, recurriendo también a la palabra de Dios.
La tercera tentación es la de disponer a ultranza de Dios y de tomarle la palabra, en vez de ponerse confiadamente a su disposición. Jesús lo rechaza afirmando con rotundidad su propósito de cumplir fielmente la voluntad del Padre.
Celebramos en la Eucaristía las primicias de nuestra salvación. Jesús ha vencido definitivamente el poder del mal, ha sido liberado del cuerpo de muerte y transportado a una tierra nueva. En este sacramento proclamamos que por Jesús todo hombre tiene el poder de Dios para superar las pruebas de la existencia. Cuando comulgamos, recibimos la prenda de nuestra propia victoria. Pero Jesús, no recibió la tentación diabólica de una vez para siempre. Por eso, el discipulo ha de estar siempre en vela, pues, cuando menos lo piense, el demonio encontrará la ocasión más oportuna para él.
Domingo, 2. Marzo 2025 - 07:06 Hora
VIII Domingo TO (ciclo C)
1L.-La sabiduría experiencial atesoró observación y conformó la imagen del hombre. Su libertad le hace sorprendente; no está nunca acabado; encierra siempre misterio. Permanentemente está haciendo, cuando decide y cuanto opta deliberadamente; sólo concluido se puede hacer juicio de él. La en la calidad del grano de la vasija y del árbol se revela en la prueba; la del hombre en su decisión.
2L.- Nos dice el apóstol "Trabajad siempre por el Señor, sin reservas, convencidos de que el Señor no dejará sin recompensa vuestra fatiga".En el trabajo que el hombre realiza y en el que se realiza, hay garantía de resurrección personal más allá de la muerte del individuo.
Evangelio.-El que es bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien.
PARA LLEVAR A LA VIDA
Jesús señala las cualidades que definen a un buen discípulo del reino de Dios. Y señala tres enseñanzas:
- la primera, renunciar a pretender dirigir a los demás, reconociendo sus propias limitaciones y posibilidades; su necesidad de aprender y buscar luz. El buen discípulo siempre ha de estar en estado de aprendizaje y aspirar a llegar a ser como su maestro.
- La segunda, no evitar corregir a los demás sin haber mirado antes si hay algo que corregir en sí mismo. Es contradictoria la pretensión de intentar arreglar la vida de los demás cuando hay tantas cosas por arreglar en la propia vida. La exageración de la viga deja a las claras que Jesús conoce la condición humana y lo fácilmente que cae en esta actitud. Una actitud crítica sana frente a los demás ha de ir precedida por una postura rigurosamente autocrítica.
- La tercera, es valorar a las personas por sus hechos, el modo de hablar y de actuar, los frutos, solo en ellos se muestra quién se es y cómo es de verdad cada ser humano.
De ahí la necesidad de ser lúcido, permanecer en una continua conversión, conocer qué llevamos dentro, qué criterios y actitudes nos mueven a actuar. Porque si lo que llevamos dentro es "tesoro de bondad", aflorará en frutos de bondad; pero si llevamos "tesoro de maldad", los frutos serán de maldad. En el banquete eucarístico alcanzamos la fuerza necesaria para fructificar en el amor auténtico y potenciamos la bondad que atesora nuestro corazón.
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