Miguel P. León Padilla

Participa en MUSICALITURGICA.COM en el Servicio Litúrgico, aportando cada semana una homilía para el Domingo correspondiente.
Sacerdote de la Diócesis de Segorbe-Castellón.
Domingo, 12. Marzo 2023 - 08:24 Hora
III Domingo de cuaresma (ciclo A)
1L.- El pueblo liberado de la servidumbre del faraon, se resiente por la sed y las carencias del desierto. Y en su desesperación, clama «¿está Dios con nosotros?». Dios ofrece señales de su cercanía providente: el agua en el desierto, el maná, las codornices o sus victorias frente a los ocupantes de la tierra de promisión.
2ªL.-La prueba de que Dios está con nosotros y nos ama, dirá San Pablo, es que Cristo murió por nosotros y resucitó. La señal de Jonás. Y no sólo está entre nosotros, sino en nuestros corazones por el Espíritu Santo.
Ev.- El encuentro con la samaritana pone en evidencia paradojas pedagógicas. Jesús tiene sed y sin embargo ofrece agua; está cansado y sin embargo libera de cargas; pregunta y sin embargo lo sabe todo; aparece como un desconocido y sin embargo se mete muy dentro del corazón.
PARA LLEVARLO A LA VIDA
El de la samaritana es un pasaje repleto de simbolismo, de sugerentes palabras, de hondura de significados:
-El agua del pozo es la ley y la sabiduría. El agua viva es la nueva vida. La nueva ley del Espíritu, y Cristo es el autentico manantial.
-La samaritana representa a la humanidad automarginada de la gracia, al pueblo idolátrico.
-Jesús es el manantial, el Mesías se hace el encontradizo y desea salvar. Pero sin imponerse: «Si conocieras» si quisieras...
El relato está lleno de paradojas: el agua del pozo y el agua del Espíritu. El amor sensual y el amor espiritual. La ley y la gracia. Los falsos dioses y el verdadero Dios. Los templos de piedra y los templos vivos. Adoración ritual y adoración en espiritu y verdad.
Dios se revela como buscador incansable del hombre, es un «antropotropo».El encuentro acontece en la hora sexta, la hora de entrega más grande. He ahí la principal paradoja. Para todos los sedientos: hay una solución definitiva. No es el pozo de Jacob, que se agota sino beber del agua de Cristo.
Los hombres andamos con la lengua fuera, sedientos e insatisfechos. El egoísmo ha contaminado la fuente de la esperanza.Jesús ofrece agua viva, que salta hasta la vida eterna, el don de Dios; se convertirá dentro de él en un surtidor, y nadie podrá arrebatarle el gozo y la esperanza. Por eso, tras el encuentro con Cristo, la samaritana «Dejó su cántaro». Es todo un símbolo. Ya no tiene más sed ni necesita el agua de aquel pozo. Empieza a ser una mujer nueva, con una buena noticia que proclamar. Corre entusiasmada al pueblo y va diciendo a todos: «Venid a ver a un hombre», que es el Mesías que esperamos.
No hace discursos teológicos. Sólo comparte su experiencia: lo que ha visto, lo que ha oído, lo que le ha dicho. Habla con palabras vivas, e invita no a que la crean sino a que salgan a su encuentro.
El mundo tiene sed y a los discípulos de Jesús, nos corresponde mostrar el manantial, invitarles a beber para que recupere la verdadera esperanza.
Sábado, 4. Marzo 2023 - 09:48 Hora
II Domingo de Cuaresma (ciclo A)
1ªL- Para Abrahán partir de la propia tierra, patria y familia, es abandonar seguridades para obtenerlo todo en esperanza es signo de obediencia y confianza. No da un paso al vacío, sino hacia la plenitud. La bendición que recibe es armonía propuesta en una humanidad dispersa.
2ªL.- Pablo recuerda a Timoteo que "no debe avergonzarse del testimonio de nuestro Señor": la proclamación del Evangelio no viene acompañada de ningún prestigio. Anunciar el evangelio, es una vocación gozosa; pero también dura, encuentra el rechazo de las autoridades y la persecución de algunos.
Ev.- El relato de la transfiguración. La ubicación en un monte alto nos sitúa en un contexto de epifanía o revelación de la persona de Jesús.
Moisés y Elías, simbolizan el AT, la ley y la profecía. El centro de la narración muestra que el transfigurado, es la presencia de Dios entre los hombres. La nube que envuelve a los discípulos, y las figuras celestes y la voz sobrenatural que se oye, expresa que irrumpido la divinidad.
PARA LLEVARLO A LA VIDA
Las lecturas hablan del camino de conversión que Dios nos invita a recorrer en Cuaresma. Igual que Abrahán, el origen de nuestro camino personal es una llamada personal a cada uno de nosotros. Y como dice san Pablo: "no por nuestros méritos" sino por su gracia.
Se nos ha recordado también la meta. Para Abrahán esta era una tierra nueva y un gran pueblo, "una bendición", vida de Dios. S.Pablo llama a vivir "una vida santa" por Jesucristo que "destruyó la muerte y sacó a luz la vida inmortal". Subir el monte de la ascesis y conversión para transfigurarnos
Es evidente que muchos cristianos no han subido con Cristo al Monte de la conversión. No han contemplarlo el esplendor de su rostro ni el fulgor de su ropaje desde una fe auténtica. Por eso los que comparten el quehacer diario con nosotros no perciben que a nuestro hay espacio para la esperanza, lugar para la alegría y ocasión para el amor…
Sólo cuando el cristianismo se vive de verdad se torna contagioso, ilusionante, plenificador, y desprende esa sensación de bienestar que experimentaron cerca de Cristo transfigurado, Pedro, Santiago y Juan.
Pero en nuestro camino de fe encontraremos dificultades, tentaciones, dudas… por eso hemos de apartarnos de todo y de todos, en momentos determinados, para orar y contemplar a Cristo transfigurado. Necesitamos subir al Tabor de la Eucaristía y nutrirnos, cada domingo de esa experiencia alentadora, para la briega. En ella se adentra en nuestra vida la gracia transformadora de Dios: El nos guía con su palabra, nos enseña con su ejemplo, nos alimenta con su Cuerpo y Sangre.
Las palabras rituales de despedida, con que acaba cada Misa: "Podéis ir en paz", no significan que todo ha terminado sino que son un envío; que ahora todo comienza y hay que descender de la montaña al encuentro con los hombres para obrar aquella transformación del mundo que principia en nosotros mismos.
Jesús nos pide descender a la realidad, y evangelizar la sociedad.
Nueva contribución Vieja contribución